Es muy cierto el viejo adagio que dice: <<Sólo está derrotado el individuo cuando se rinde>>, ya que en tanto el individuo tenga su atención firmemente anclada en Dios dentro de sí como la Inteligencia Gobernante, no hay actividad humana que pueda interferir. La Gran Emanación de Luz que fluye a través de cada individuo --- mediante la actividad de la visión y de conocer Su Presencia --- se puede hacer tan invencible como una pared de acero, de hecho más fuerte.
A través del tiempo la humanidad, en su mayoría, le ha dado su atención a las apariencias externas, invitando así toda índole de discordia y zozobra; pero en la actualidad hay miles que están comenzando a entender que la Presencia de Dios dentro de sí es absolutamente invencible, hasta el punto de que están siendo elevados constantemente por encima de las injusticias, la discordia y la inarmonía de la creación externa.
En tanto que la humanidad no sostenga su atención sobre la “Presencia YO SOY” (Dios adentro) el tiempo suficiente y con la determinación necesaria, se encontrará rodeada de lo indeseable; pero de lograr una dinámica actitud consciente y de fijar la atención sobre la Presencia de Dios en lo interno, será como un relámpago destellando entre las nubes tormentosas, penetrando y disolviendo la tormenta que lucía tan amenazadora.
A medida que se avanza, uno se siente cada vez más invencible ante esta creación humana de los hombres que tanta angustia produce.
La afirmación de Jesús en cuanto a que, <<Conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libres>> (Juan 8:32) es quizás una de las más sencillas y grandes Verdades que se hayan pronunciado jamás; ya que el paso fundamental para conocer esta Gran Verdad a la cual Él se refería es saber que tienes dentro de ti esta Invencible Presencia de Dios. Si sabes esto y estás seguro de ello en tu propia conciencia --- y por esto quiero decir, pararte con firme determinación ante lo que sea ---, entonces sabrás que, efectivamente, tienes dicha Presencia dentro de ti.
Tu segundo paso es declarar con firmeza: <<”YO SOY” la Presencia Iluminadora y Reveladora, y no se me puede rehusar ninguna actividad externa que yo necesite conocer porque “YO SOY” la Sabiduría, “YO SOY” la Percepción, “YO SOY” el Poder Revelador que pone todo ante mí --- de manera que yo pueda ver y entender, y así actuar acordemente>>.
Una vez que entiendes que, <<”YO SOY” la Única Inteligencia y Presencia que actúa>>, es bien fácil ver cómo tienes el Cetro empuñado en tus propias manos, y a través de esta “Presencia YO SOY”, puedes apremiar a que se te revele todo lo que necesitas saber. Te aseguro que esto de ninguna manera interfiere con el libre albedrío de más nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario