Amados Míos, existen ciertas condiciones malignas en el ámbito astral dentro de las cuales Yo no pensaría entrar sin primero ponerme una Armadura de Luz completa. Sin embargo, con frecuencia, los vemos a ustedes, a través de poderosos Decretos, sumergirse dentro de las creaciones masivas de enfermedad, males y toda índole de aflicciones, justamente envueltos en esos Tubos de Luz que han atraído alrededor de ustedes (sin contar con una fe total en su idoneidad) ¡y que pinchan a cada rato mediante el pensamiento, el sentimiento, la palabra hablada y la acción discordante! Estoy de veras agradecido de que reclamen sus Tubos de Luz, y que estén fortaleciéndolos a medida que continúan reclamándolos; y que luego sostengan más y más la armonía ininterrumpida en sus mundos.
Ahora bien, ¿por qué piensan que una y otra vez les He ofrecido el uso de Mi Armadura de Luz? ¡Por favor, úsenla porque es, naturalmente, para que los envuelva completamente con Mis Sentimientos de protección: Mi Yelmo, Armadura, Espada, Escudo, Cruz del Cristo – por favor, PÓNGANSELAS Y ÚSENLAS antes de entrar a la acción y habérselas con poderes de cierta malignidad concentrada de la cual su ser externo no sabe nada!
El Libro del Arcángel Miguel
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