“La aflicción y el pesar constituyen un egoísmo colosal --- no Amor! ¡La discordia es egoísmo, no Amor! ¡El letargo es egoísmo, no Amor ni Vida! Estos hunden la raza en la esclavitud porque abaten la resistencia del individuo al desperdiciar la Energía de la Vida que debería utilizarse en la creación de Belleza, Amor y Perfección. Esta esclavitud continua porque la actividad externa de la conciencia personal no hace el necesario esfuerzo determinado para liberarse a sí misma de la dominación del mundo síquico.
“El estrato síquico contiene únicamente esas creaciones de la humanidad que han sido generadas por los pensamientos discordantes, sentimientos y palabras de la actividad externa o conciencia personal. Esto quiere decir las actividades diarias de mente, cuerpo y sentimientos con los que la personalidad continua enredando a las expresiones creativas de la Vida. Toda la raza se ha amarrado de tal manera por su propia discordia, que los Grandes, Gloriosos y Trascendentales Maestros Ascendidos --- por pura Compasión por la lentitud del desarrollo de la humanidad y la miseria de su degradación --- se han ofrecido a cercenar las gafas del plano síquico [o astral], ¡y a darle un nuevo comienzo a la humanidad!
“La gente se entretiene, fascina y auto-hipnotiza por las diversas condiciones del mundo síquico, pero les digo --- y miren que Yo conozco tanto las Actividades Internas de la Vida como las externas desde el punto de vista de los Maestros Ascendidos --- ¡que ¡EN EL ESTRATO SÍQUICO NO HAY NADA BUENO NI PERMANENTE! Es tan peligroso como las arenas movedizas, ¡y así de inseguro! A menos que te reporten Perfección, el plano síquico y las actividades externas de los mundos mental y emocional son una y la misma cosa. Es en su totalidad la creación de la conciencia sensual humana, y no es más que la acumulación de los pensamientos humanos y formas energizadas por los sentimientos humanos. NO CONTINE NADA DEL CRISTO --- “LA LUZ CÓSMICA”.
“El deseo de fenómenos síquicos y la fascinación con ellos es un sentimiento --- un sentimiento muy sutil --- mediante el cual se mantiene la atención de la personalidad alejada del reconocimiento, la adoración constante, la comunión continua y la Permanente Aceptación de la “Magna Presencia YO SOY” del individuo. El darle atención a las actividades del plano síquico le gasta al yo inferior la energía y habilidad requeridas para proyectarse hasta la Fuente Divina ¡y anclarse allí permanentemente!
“Les estoy diciendo una Verdad Eterna cuando digo que nada del Cristo sale del ámbito astral, haciendo caso omiso de cualquier evidencia aparente que indique lo contrario, porque la actividad externa o síquica de la mentalidad está siempre cambiando sus cualidades, mientras que el Cristo --- que es la Luz Eterna --- está sempiternamente expandiendo la Perfección --- la Única --- la Cualidad Inmutable, Suprema e Imperecedera.
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