Los muchachos partieron para la universidad al día siguiente, y Bob regresó al rancho con nosotros para recibir instrucciones de parte de Rayborn en cuanto al trabajo de la mina, para regresar temprano a la mañana siguiente. Esa noche los tres tuvimos una tranquila plática confidencial que reveló aún más de la nobleza de la personalidad de Bob. Se hicieron los arreglos necesarios para que él también fuera a Washington, D.C. en Navidad para la reunión con Saint Germain.
Rayborn y yo nos pasamos muchas noches encantadoras conversando sobre la Enseñanza que Saint Germain nos había dado. Una noche, como una semana después de haber partido Bob, profundizamos en el estudio de la reencarnación y Rayborn me leyó algo del material que, sobre el tema, le había dado el Amado Maestro. Cito textualmente:
"Si los seres humanos tan sólo entendieran que la encarnación humana sobre esta Tierra es una oportunidad que la Gran Ley del Equilibrio le da al yo inferior para corregir los errores de vidas pasadas, usarían todas las experiencias para extraer la lección en ellas contenida en vez de rebelarse contra las circunstancias y ser utilizados por ellas.
"Este constante retorno a la encarnación física — o vestiduras de carne— sería un círculo sin fin de causa y efecto de no ser porque el hombre tiene en su interior la “Presencia de Dios”.
"Esa parte de ti que dice “YO SOY” es la Vida, la Inteligencia y el Poder que se mueve a través de tu cuerpo físico. Cuando los hábitos discordantes de la conciencia atómica de tu cuerpo físico llegan a acumular un momentum tal que a la Luz de la “Magna Presencia YO SOY” ya no se le permite expandirse ni, por ende, mantener la Realización de un Plan Constructivo de Vida, el Ser Maestro [o Cristo Interno] comienza a disminuir Su suministro de energía, y eventualmente se retira.
Libro: La Mágica Presencia
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