"LA FELICIDAD NO PUEDE EXISTIR EXCEPTO CUANDO SE DERRAMA EL AMOR”. Tal es la Ley de la Vida. Cuando la gente ama a algo o a alguien, es feliz. Hasta es feliz un avaro cuando ama a su oro, porque vierte de si un sentimiento de Amor hacia el objeto de su apego. Lo que en realidad está tratando de hacer es aferrarse a la felicidad, pero no se da cuenta de que el sentimiento de felicidad no está contenido en el oro, sino que está en la vertida de Amor que surge de sí mismo. En esa vertida, el avaro permite que la vida fluya ininterrumpida y armoniosamente.
"No obstante, al haber recibido de la “Magna Presencia YO SOY” todo el bien que alguna vez hayamos utilizado para constituir cada cuerpo físico, la primera y mayor Vertida de nuestro amor le pertenece siempre a nuestra propia Llama Individualizada de Dios —la Magna Conciencia de la Vida dentro de nosotros, la cual nos capacita para reconocer nuestra propia existencia y la Fuente de toda Vida cuando decimos “YO SOY”. En dichas palabras está la TOTALIDAD DE DIOS, y lo único que realmente importa en la experiencia humana es laTOTALIDAD DE DIOS. Cuando el individuo acepta, reconoce y siente la totalidad de Dios, dicho individuo es feliz, tiene todo lo bueno, y vive entonces en la Mansión del Padre. ¿Acaso le será posible a cualquier cosa ser más importante o más grande que la TOTALIDAD DE DIOS? Sólo con la Comprensión y Sentimiento de esto podrá la humanidad romper las cadenas de las limitaciones auto-creadas.
"Deben ustedes descansar ahora, y luego será Mi privilegio escoltarlos por toda esta Ciudad Subterránea, en la cual ustedes verán a los Hermanos trabajando. Sólo les pido una cosa: que no revelen ningún detalle de este Trabajo sin permiso del Más Alto Maestro encargado de esto".
Nos dio las buenas noches, y nos Fuimos a nuestras habitaciones. Estas habían sido construidas parecidas a los estilos griego y romano de construcción, si bien eran mucho más antiguas. El cuarto que me asignaron contenía un baño romano empotrado, lo más bello que jamás haya visto en su clase. Toda la atmósfera estaba cargada con fragancia de flores, generalmente de rosas.
Tomado del libro, "La Mágica Presencia"
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