POR EL AMADO MAHÁCHOHÁN
28 DE FEBRERO DE 1954
La palabra hablada es el Poder Creativo de Dios que moldea la Substancia‐Luz Universal dentro de formas similares a la copa que la expresión hablada crea, ya sea que se refiera a personas, lugares, condiciones o cosas.
EL SANTO ALIENTO ESTÁ DENTRO DE LA PALABRA. La conciencia del individuo es cargada y recargada con formas distorsionadas por medio del mal uso de la Energía de Dios al hablar. De la misma manera, si la palabra hablada es dadora de Paz y Armonía en su expresión, la conciencia asume un resplandor de Luz y el individuo se convierte en una presencia confortadora para todos los que él o ella contacten. Los decretos fueron conscientemente presentados al intelecto del hombre como un balance por el mal uso de la palabra hablada, así como por el pensamiento silencioso impuro, producido a través de centurias de encarnaciones.
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