(Diciembre de 1954)
¡Señores del Karma, amadas Damas y Caballeros del Tribunal Kármico! Yo, María, madre de los niños de la Tierra, que modelo el corazón para cada corriente de vida que encarna, comparezco ante ustedes ahora en nombre de las corrientes de vida que habrán de encarnar en la Tierra durante los próximos doce meses.
He estado en el Templo del Sagrado Corazón con estos espíritus. He escudriñado el karma acumulado a lo largo de las eras. He modelado con mis propias manos el sagrado corazón con la mejor esencia de todas las que los elementales del cuerpo podían suministrar.
¡Les digo, oh, misericordiosos Señores de Amor y Luz! Las vestiduras que éstos se pondrán no son apropiadas para dioses y diosas. No son apropiadas para bellos seres espirituales que, en el transcurso del próximo período de dieciocho años, se empeñarán en liberar al Señor del Mundo (Sanat Kumara).
Los errores y pecados de las múltiples eras han sido escritos profundamente en las energías de estos cuerpos etéricos y de esos vestidos de carne que serían tejidos por los constructores de la forma dentro de las madres de la raza.
En nombre de quienes están a punto de encarnar en la Tierra, quienes tuvieron el honor espiritual de comparecer ante Mi presencia y la de Sanat Kumara en persona, les imploro. Ante la Llama Insustenta ellos tomaron un voto, y en balance por esa jenuflexión voluntaria, de la humillación de su orgullo, de la aceptación en la libertad de los Niveles Internos de la presencia de la Jerarquía, les pido esta noche cuerpos de carne buenos, íntegros, limpios y puros, con ojos demasiado puros para contemplar la iniquidad; con labios que sólo pronunciarán palabras de Amor y Luz; con miembros fuertes y firmes. Hagan de cada cuerpo un templo viviente a través del cual flamee el Amor y la Luz de Dios, con cerebros bien equilibrados para recibir las indicaciones del Cristo Interno, con cada órgano en su sitio perfecto y en perfecto orden de funcionamiento.
Les pido esto en nombre de la Vida, y en el nombre de Jesucristo Ascendido estoy dispuesta a ofrecer sobre el altar del Tribunal Kármico lo que sea necesario de Mis energías personales, de Mi tiempo, de Mi ser que sea requerido para pagar algún balance que ustedes no encuentren en su aceptación del voto de servir a Sanat Kumara.
¡Grandes Señores de Amor y de Luz! Los niños que entran son la esperanza del mañana. ¡Denles vestiduras que puedan ocupar con facilidad y en paz! Denles vestiduras sensibles a sus propios Santos Seres dísticos, de manera que su Cristo Interno – a través de ellos – pueda asumir el pleno comando desde el momento en que nazcan. ¡Denles, oh, grandes Señores de Vida, la plenitud de la misericordia de Kwan Yin.
¡Oh, amada Diosa de la Oportunidad, Reina del Cielo recién coronada, te hablo como Mi sucesora! ¡Pido la oportunidad para cada uno! ¡Otórganos esto como Mi último regalo al concluir Mi reinado, y al convertirte Tú en la Reina del Cielo!
¡Oh, Portia, Portia, Hija del Amor! ¡Hija de la Justicia! ¡Yo, María, te hablo! ¡En tus dulces manos pongo mi caso!
DECRETO POR LA PUREZA Y PERFECCIÓN DE LOS NIÑOS QUE ENTRAN
¡Amada Presencia de Dios "YO SOY" en mi, Santos Seres Crísticos de todos los seres humanos y amado Elohim de la Pureza! A fin de asegurar cuerpos más perfectos, mentes más claras y mundos emocionales más armoniosos para los niños que están entrando a la encarnación física en estos tiempos, fervorosamente solicitamos que envíes un ángel Deva de la Pureza Crística Cósmica para que se pare en el aura de cada padre en el momento en que la concepción tenga lugar. Purifícales la conciencia y elévala al punto en que pueda ofrecerse el vehículo mejor posible para la realización del Plan Divino de estas corrientes de vida entrantes. Sostén y expande al máximo posible esta radiación de pureza alrededor de los niños que entran. Permite que los Ángeles de la Pureza sostengan una protección invencible y un suministro Divino de toda cosa buena alrededor de cada uno durante la totalidad de su vida terrenal, y asístelos a alcanzar su Ascensión en la Luz tan pronto como sea posible.
¡Aceptamos esto como ya realizado ahora mismo con la plenitud del poder!
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