El Verbo Hecho Carne



Amados míos, hace mucho tiempo se dijo que, "el verbo se hizo carne" y habitó entre los pueblos de la Tierra. ¿Acaso no es ésa la verdad de cada encarnación que tiene lugar? Cuando cada individuo encarna, ¿acaso no es la capacidad y poder de la palabra creativa "YO SOY" hecha carne y a través de la cual ese individuo recibe una oportunidad para expresar el estado Crístico? De manera que todos los días en este planeta Tierra, doquiera que un bebé llore, doquiera que una madre dé a luz y nazca un niño, el gran "YO SOY" es vuelto a ser hecho carne, y cuando ese infante llega al punto en que el Santo Ser Crístico puede controlar los vehículos del pasaje vocal y auto- identificarse, utilizará ese "verbo hecho carne" y se auto-reconocerá como ese "YO SOY". Triste, sin duda, resulta que antes de pasar mucho tiempo las sombras que lo rodean lo sacan de ese primer reconocimiento inicial, y lo llevan a las limitaciones y aflicciones en los hogares en los que debe vivir, y en las familias con las que debe cohabitar.

Individuos que habrán de ser padres no comprenden NADA de lo que podrían hacer para cooperar con el elemental del cuerpo y los constructores de la forma, en la creación de un instrumento de gran perfección a través del que la corriente de vida operante podría servir. Si, particularmente las mujeres de la raza, pudieran llegar a una comprensión de su parte en la conformación propiamente dicha de la naturaleza del niño que abrigan en su matriz, podríamos redimir a esta raza tanto más rápidamente; pero en su mayoría se limitan a permitir que la Naturaleza, los constructores de la forma y el elemental del cuerpo continúen con el proceso milagroso y maravilloso de crear este instrumento físico... ¡y se maravillan por un momento ante el milagro del nacimiento!

¡Amados Míos, Yo sé de lo que hablo, al haber pasado por una experiencia y una iniciación que muy pocas mujeres en esta Tierra se han visto forzadas a soportar! ¿Han pensado ustedes acerca de la inmaculada corriente de vida del Maestro Jesús, de la belleza del mundo emocional, tan lleno de amor y luz, que él fuera escogido para ser un representante del Padre de todo el sistema ante la humanidad – un cuerpo emocional tan delicado, tan bondadoso como una paloma y, empero, tan fuerte en su magna fe según se requiriese, un cuerpo mental alerta y receptivo a las indicaciones del Ser Divino y de la Presencia, un delicado vestido etérico magnífico sin mancha, sin siquiera una cicatriz – ese es el ser que Yo contemplé antes de siquiera pedir la oportunidad para preparar un vestido físico APROPIADO para que tal espíritu lo habitara.


Tomado del libro: Diario del Puente a la Libertad "Maria"

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