Desafinamiento Cósmico

 







page75image54994480  La Santisima Trinidad



Si este bello torrente de Luz Electrónica, al fluir dentro y a través de la forma física, no encuentra ningún tipo de interferencia de la conciencia del ser inferior y externo, se manifestará automáticamente en salud perfecta, juventud y belleza eternas, suministro abundante e ilimitado, y todo aquello que es BUENO. Desafortunadamente, debido a una acción inadvertida del Libre Albedrío, escogemos recalificar gran parte de esta Luz Electrónica Pura mediante pensamientos, sentimientos, palabras habladas, acciones y reacciones de naturaleza discordante (como lo son la crítica, la condenación, los juicios, la ira, el odio, la envidia, el resentimiento, el asesinato, etc.). De esta manera, cambiamos la acción vibratoria de la Luz Electrónica Pura para convertirla en un tono discordante. Por tanto, a medida que ésta va penetrando el cuerpo físico, establece una acción desintegradora que se manifestará como mala salud, enfermedad, ancianidad y la desintegración eventual del cuerpo. La Presencia de Dios, al llegar a un punto en el cual ya no es capaz de cumplir a cabalidad con su Plan Divino a través del yo exterior (v.g. la personalidad) en una encarnación en particular, corta el Cordón de Plata experimentando la persona el cambio llamado “muerte”. Por supuesto, el individuo continúa en el Cuerpo Etérico, y se tienen esperanzas de que el cuerpo físico sea puesto en el Elemento Fuego, permitiendo así que los electrones aprisionados sean liberados y que vuelvan al Corazón del Sol Central para ser repolarizados.

El amado Jesús decía: << Así como sembrares, así cosecharéis! >>. Causas puestas en movimiento producen efectos. La calificación de la energía es absoluta.

Mucha de esta Luz Electrónica que hemos calificado discordantemente también fluye hacia nosotros y nuestros mundos, manifestándose como carencia, limitación, accidentes y las muchas fragilidades del vivir humano. Hablando científicamente, << cada cual atrae su igual >>. Por ende, así como la vida se compara con un círculo, esta energía discordante atraerá más de su clase y, eventualmente, regresará a su creador (el individuo). Esto se convierte en lo que se conoce como “karma”, poniendo una presión sobre los cuerpos inferiores a medida que se acumula sobre ellos.

Ahora bien, este karma (que no es otra cosa que las energías puras y perfectas de la Vida que hemos recalificado discordantemente) debe ser mitigado y redimido por el individuo. Antes de comenzar el Siglo XX, el karma del individuo tenía que ser mitigado por vía del sufrimiento, la enfermedad, etc.; pero, con el comienzo de este siglo, se descargó para la humanidad el conocimiento externo y el uso de la Santa Llama Violeta Transmutadora, un recurso muy misericordioso que la Vida le dio al individuo mediante el cual puede ponerse a redimir estas energías discordantes para no manifestar más tal incomodidad. Esto puede lograrse con invocar la “Presencia” a que flameé...y flameé....y flameé esta Poderosa Llama Violeta en y a través de esta acumulación kármica, y que transmute su causa, su efecto, su registro y su memoria. Por medio de esta Llama, el individuo puede comenzar a redimir estas energías discordantes, disminuyendo por ende las presiones que éstas ejercen, así como liberando también a los Elementales aprisionados en los electrones para que vuelvan al Sol Central, todo logrado a través del ejercicio del Amor Divino.

Cada electrón que emana desde el Corazón del Cuerpo Electrónico (que no sea interferido por una recalificación discordante), al fluir por y a través de la forma física, manifestará una parte de la Voluntad y Designio Divino de la Presencia de Dios de una manera beneficiosa. Después de haber completado su viaje por el mundo de la forma, estas Energías regresarán y se acumularán en el Cuepo Causal del individuo (representado por los círculos de color alrededor del Cuerpo Electrónico). De esta manera, el Cuerpo Causal se convierte en un Depósito de Bien. Cuando el individuo comienza a cambiar de dirección, cuando se encara honestamente a sí mismo y comienza a redimir esta acumulación kármica de energías calificadas discordantemente y, a través del ejercicio del auto-control, comienza a usar las energías de la vida en una manera armoniosa, entonces la Presencia estará en una posición de comenzar a liberar cualquiera de los tesoros de energía que tenga almacenados en el Cuerpo Causal, que el individuo pueda necesitar a fin de que Su Voluntad y Designio pueda comenzar a manifestarse de una forma más eficaz a través del yo exterior.

Después de haber contemplado suficientemente lo expuesto arriba, se llega a la conclusión que todo el BIEN que un individuo hace (ya sea buenos pensamientos, sentimientos, palabras habladas, acciones o reacciones) no es más que la Presencia pasando a través de la personalidad, y expresando Su Voluntad y Designio sin ninguna interferencia de la conciencia extena. Por tanto, con una realización mayor de esto, el individuo se vuelve más humilde y consciente que su Yo-Dios es el que hace todo el BIEN, y que su yo inferior es el hacedor de toda la discordia debido a la inversión de la Luz Electrónica Pura.

Cada individuo es, en realidad, un ser óctuple al tener cuatro cuerpos en los Ámbitos de Luz y cuatro cuerpos en los ámbitos físicos inferiores. Los cuatro cuerpos que existen en el Ámbito de Luz son:

  1. 1)  El Cuerpo de Fuego Blanco: El primer cuerpo, el original creado por los Padres- Dioses a Su imagen y semejanza, el cual funciona en los Niveles Cósmicos.

  2. 2)  El Cuerpo Electrónico.

  3. 3)  El Cuerpo Causal.

  4. 4)  El Santo Ser Crístico.

A este último cuerpo (que aparece en el centro del diagrama) a veces se le identifica como el Cuerpo Mental Superior, y trabaja como nuestra inteligencia selectiva y discriminatoria. Es tan puro y perfecto como el Cuerpo Electrónico (la Presencia de Dios). Conoce la perfección y pureza del Cuerpo Electrónico, y aunque está al tanto de la imperfección e impureza que el yo exterior ha traído sobre sí mismo, no aceptará que la imperfección de ese yo exterior penetre Su Ser y Su mundo. En vista de que la Presencia de Dios no sabe absolutamente nada de algo impuro o imperfecto, se provee al Santo Ser Crístico como intermediario para que retransmita a la Presencia las noticias de las necesidades y requerimientos del yo externo, y para extraer de la Presencia aquello que Él sabe que el yo externo necesita para manifestar el Designio o Plan Divino que está mantenido dentro del Corazón de dicha Presencia.

Los cuatro cuerpos que funcionan en el ámbito físico son:

  1. 1)  El Cuerpo Mental: A través de este cuerpo funciona la facultad del proceso de pensamiento en el moldeamiento de la forma.

  2. 2)  El Cuerpo Emocional: A través de este cuerpo funciona la facultad de sentimiento, proveyendo de movimiento y vida a la forma.

  3. 3)  El Cuerpo Etérico: Es el primer cuerpo que rodea a la forma física. Es nuestro asiento de memoria. Todas las energías que extraemos de la “Presencia” son cernidas en el Cuerpo Etérico, el cual es una impresión de nuestro uso de esas energías a través de las experiencias.

  4. 4)  El Cuerpo Físico: Éste es el vehículo a través del cual los otros cuerpos se expresan en el mundo de la forma.

La figura más pequeña que aparece en la parte inferior de la Lámina representa la Chispa de Divinidad, la Llama de menos de dos milímetros de alto en el hombre promedio, y la cual mora en las células anaeróbicas o cámaras del corazón. Así como el ser externo comienza mediante la Aplicación, devoción, adoración y oración a proveer una atmósfera de pureza y armonía que rodee la Chispa de Divinidad, comienza a tomar la forma del Santo Ser Crístico dentro de la célula en la cual Éste vive (en una forma similar a la que el cuerpo humano toma forma dentro del útero de la madre), y crece hasta ser una pequeña pero perfecta figura del Ser Crístico (algunas veces denominada “El Pequeño Hombre Dorado”). Cuando, mediante aplicación y esfuerzo, la atmósfera del individuo alcanza una cierta cantidad de Luz, se abre la célula anaeróbica permitiendo que este Nuevo Ser Espiritual entre a la atmósfera armoniosamente preparada, donde Éste pronto se expande con una Embestida Cósmica, y atrae sobre Sí las actividades que quedan en el yo exterior. Así, un Ser Divino se hace manifiesto, siendo la Llama su vestimenta. La expresión razonable de esto, según figura en la Lámina, es indicativo de dicha expansión.

Antes de que el mundo existiera, nosotros morábamos dentro del Cuerpo Electrónico en los Ámbitos Internos de Luz en esa gran Unidad de Conciencia. A fin de pasar por la experiencia planetaria, se hizo necesario que se creara un cuerpo físico con una tasa vibratoria inferior a la del Cuerpo Electrónico, a fin de que el Ego Individualizado pudiera funcionar en el planeta, donde la rata vibratoria era mucho más baja que en los Ámbitos Internos.


Libro: Los Maestros Ascendidos escriben el libro de la Vida


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