Mis Amados, muy a menudo se ha hecho el comentario — sin dureza alguna — acerca de la gran cantidad de Decretos,Afirmaciones y Aseveraciones del "YO SOY"que se han dado. Justo ahora, cuando Me encuentro dándoles estos Llamados específicos, se debe a que en la atmósfera cargada de este salón, dichos Llamados contienen un Poder Inconmensurable ¡para Bendición de ustedes! Si pudieran retener en su mundo emocional el mismo sentimiento que están experimentando en este momento en que les estoy hablando, estarían en capacidad de regresar a esos Llamados y sentir ese mismo sentimiento en la tranquilidad de sus respectivos hogares. A causa de la perturbación que resulta de una atención fluctuante, la humanidad no siempre retiene esto que Nosotros le damos. Les pido que se carguen a sí mismos para retenerlo ahora, de manera que cuando su atención vuelva a regresar a estos Llamados, ustedes sean capaces, en el silencio de sus propias habitaciones, de atraer la misma Radiación que hay aquí ahora. ¡Entonces encontrarán ustedes su propia Maestría!
¿Acaso no entienden, Mis Amados, que Nosotros estamos utilizando todo ángulo posible para llegar a estos Puntos de Verdad, de manera que mientras Uno asiste a algunos en gran medida, Otro estará asistiendo a otro grupo aún más? De esta manera, estamos en capacidad de darles a todos y cada uno de ustedes — en la medida de su rata de acción vibratoria— lo que pueden utilizar para el Mayor Provecho en el momento. Es por esto que Nosotros de repente (como en esta ocasión) les damos Poderosos Decretos
del "YO SOY" para su Bendición, porque bajo la Radiación del Momento, al avanzar dichos Decretos realizan cosas tremendas en su mundo emocional y en la actividad externa de su mundo. Puede que no se les haya recordado de que en una atmósfera cargada como ésta, todo lo que se da para su Bendición se carga en la actividad de su mundo por delante de ustedes, para actuar allí y prestarles Asistencia. Caigo en la cuenta de que este punto en particular no se les ha explicado de manera definitiva, ¡pero es imperativo!
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