El intelecto es un actor muy curioso. Salta de un lugar a otro, y sólo juzga según las apariencias; pero el corazón se yergue firme y decidido. ¡El corazón sabe! Nunca salta de una cosa a la otra. Siempre está aceptando la "Magna Presencia YO SOY"; pero el intelecto, a través de su habilidad para juzgar partiendo de información parcial, constantemente comete errores. Le dice al corazón: "¡Oh no, no! ¡Esto no puede ser verdad!" Pero el corazón prosigue serenamente, ignorando su actitud a sabiendas de que algún día, en algún lugar, ese intelecto tendrá que bajar la cabeza y obedecer a la "Presencia". Eso permite que el Poder del Corazón actúe a plenitud. ¡Entonces viene la Liberación! ¡Entonces viene el Júbilo que llena los corazones de todos los hombres!
Libro:Discurso del "YO SOY" de los Maestros Ascendidos
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