La Eterna Ley de Vida es: “Lo que piensas y sientes, eso traes a la forma; allí donde está tu pensamiento, allí estás tú, porque tú eres una conciencia; y aquello sobre lo cual meditas, en eso te convertirás”.
Cuando permites que tu mente abrigue pensamientos de odio, condenación, lujuria, envidia, celos, crítica, miedo, duda o suspicacia, y permites que estos sentimientos de irritación se generen en ti, con toda seguridad tendrás discordia, fracaso y desastre en tu mente, cuerpo y mundo. En tanto que persistas en permitir que tu atención repose sobre tales pensamientos – trátese de naciones, personas, lugares, condiciones o cosas –, estarás absorbiendo dichas actividades en la sustancia de tu mente, tu cuerpo y tus asuntos. Es más, estarás obligándolas – forzándolas – a entrar a tu experiencia.
Todas estas actividades discordantes le llegan al individuo y su mundo a través de su pensamiento y sentimiento. A menudo el sentimiento se dispara antes de que uno esté consciente del pensamiento en la conciencia EXTERNA, la cual podría utilizarse para controlarlo; y esta clase de experiencia debería enseñarle al individuo lo grande que es la energía contenida en sus múltiples creaciones que se ha acumulado por cuenta de los hábitos.
La actividad emocional de la Vida es el punto más desprotegido de la conciencia humana. Es la energía acumulada mediante la cual los pensamientos son impulsados al interior de la sustancia atómica, y es así como los pensamientos se convierten en cosas. Déjame decirte que no puede hacerse demasiado énfasis sobre la necesidad de VIGILAR LOS SENTIMIENTOS, ya que el control de las emociones juega el papel más importante de todos en la Vida para mantener el equilibrio de la mente, la salud del cuerpo, y el éxito en los asuntos y mundo de la personalidad de todo individuo. LOS PENSAMIENTOS NUNCA SE HACEN COSAS HASTA QUE SON REVESTIDOS CON SENTIMIENTOS.
Libro: Sendero de Luz
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