Maternidad firme



Oh, sí, Yo puedo ser poderosa, amados Míos, si bien no es Mi naturaleza. Mi naturaleza es la naturaleza del puro Amor Divino, pero ese amor es poderoso, es uno de los más gran- des poderes en el universo; y cualquier madre amorosa es poderosa en el protección de sus hijos. La madre aletargada permite que el niño crezca sin disciplina, a la deriva por la vida sin propósito alguno, y haciéndole más mal que bien a ese individuo.

Oh, por supuesto que amé a Jesús, pero Él fue criado bajo una disciplina estricta, al igual que yo; de otra manera... ¡hubiera salido huyendo a algún refugio cuando le llegaron las grandes pruebas de la vida! Con amor, cosí la basta de Su vestido; con amor, le enseñe los poderes de la resurrección de la vida de los pájaros y la vida vegetal, y poderosamente sostuve su con- ciencia sobre el Concepto Inmaculado para sí mismo, y todos sus sentidos se enfocaron en ello; y con todo el poder de Mi ser, me empeñe en enseñarle a no “recostarse” siquiera de Mí ni de su bendito padre. Jesús creció hasta la madurez; se convirtió en uno de los más grandes ejemplos registrados de maestría de energía y vibración.

Conociendo como Yo conocía su futuro, supongamos que lo hubiera mimado durante sus primeros años, y que lo hubiera protegido del mundo y de sus múltiples manifestaciones de mal; y luego, cuando vino Su llamado, Él tuviera que contemplar los leprosos, los ciegos, los obsesionados. ¿Realmente creen que la fortaleza de Su propia corriente de vida le hubiera permitido entonces utilizar victoriosamente el poder de Cristo y de Su Padre en el cielo para llevar a cabo los susodichos milagros? ¡¡¡NOOO!!! Hubiera quedado entre los múltiples asce- tas que habían en las colinas de Judea. Se requiere de fortaleza para amar, sabiduría para amar y constancia para amar a la manera Divina. Y tal cual crié a Jesús, asimismo Me he em- peñado en ayudar a elevar la conciencia de todo estudiante bendito y sincero, pero la gente

de la Tierra me considera una flor delicada y más bien efímera que creció en Judea.

Damas y caballeros, requirió todo el poder de todas las vidas que hube vivido; todo el poder de los Arcángeles; todo el poder del Señor Maitreya; todo el poder de Nuestro amado Saint Germain (como José) para ayudarme a vivir sólo esa vida. Y ha requerido (y sigue requirien- do) todo el poder de Mi corriente de vida en esta ocasión para tratar de despertar la mente externa del chela a la verdad eterna de que el Cristo dentro de ellos no debe ser sepultado sino permitírsele fluir hacia adelante libremente...¡para bendecir a toda vida aprisionada! Entonces no serán sorprendidos con la guardia abajo. En el proceso preparatorio para la era a través de la cual pasé, se me enseño a través del meticuloso entrenamiento de Jesús; de esa manera ambos fuimos preparados para servir.

Jesús se paró al lado de la tumba de Lázaro donde la sarcástica turbamulta se burlaba de él y la familia llorosa no creía, y dijo con el poder de su inmortal Padre Divino, “Lazaro sal fuera” Y la muerte cedió el alma de Lázaro...¡y este salió fuera! ¿Tratarían ustedes de hacer algo similar ahora? Creo que no. ¿Por que? Pues, porque todavía no han construido el momentum a través de su propio ser auto-consciente, hasta el punto en que aún en cosas pequeñas en las que sienten la tentación de realizar siquiera un servicio poco importante mediante la personalidad externa, se aquietan y dicen entonces, “amado Santo Cristo Mío, actúa a través de mi ahora,” y tener entonces la paciencia para mantener quieta la lengua, los sentimientos en paz, la mente sin que salga revoloteando alrededor de lo que harán...¡si el Cristo no actúa a través de ustedes/1 Luego, cuando de hecho sientan el flujo de ese Poder Crístico, sabrán entonces de lo que estoy hablando.


Tomado del libro: Boletines privado de Thomas Printz

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