Rio de Fuego Violeta

 


En la actualidad, a ningún alma desencarnada se le permite permanecer en la atmósfera de la Tierra. Ahora bien, cuando un alma deja su vestidura de carne en lo que el mundo denomina "muerte", se encuentra con ciertos Ángeles que presentan ese servicio. Esas almas son llevadas entonces (Me refiero aquí a las masas de la humanidad que no saben nada del uso de la Llama Violeta que ustedes tienen) al Río de Llama Violeta (el cual se menciona en la mitología como el Río Estigio [Stix]). Se ha provisto de este "río" en los Niveles Internos para que esas corrientes de vida puedan purificarse de tanta energía calificada discordantemente como sea posible, antes de entrar ya sea al "Ámbito de los Durmientes" (si necesitan ese descanso) o de comparecer ante el Tribunal Kármico para recibir sus asignaciones de estudio y servicio en los Niveles Internos entre encarnaciones. Verán: este Ámbito Astral, que en la actualidad se extiende alrededor de la Tierra hasta una altura de aproximadamente cuatro mil metros de altura, es el Ámbito en que habitan los cuerpos externos, mentes y mundos emocionales de las evoluciones de la Tierra. Por tanto, fácilmente podrán ver que estos Ángeles estarán muy, pero muy ocupados en cada momento de las veinticuatro horas del día – según ustedes contabilizan el tiempo.

El Río de Fuego Violeta del cual hablamos anteriormente, ha sido atraído por Aquellos que sirven al Séptimo Rayo según los mismos principios que les describimos anteriormente en este Discurso – primeramente atraer el Rayo mediante la invocación a la Deidad [Godhead], en el Nombre y Autoridad de la palabra creativa "YO SOY"; luego, al ese Rayo llegar a su destino desde el cual fue invocado, inmediatamente se vuelve hacia arriba en la actividad de la Llama viviente, al regresar a Su Fuente, completando el círculo de Su existencia. Al continuarse haciendo esta invocación rítmicamente día tras día, año tras año, y centuria tras centuria (en el caso de los Ángeles que han atraído este Río de Fuego Violeta), este Rayo y Llama se tornan muy, pero muy poderosos, y se expanden en tamaño hasta que se convierten en un verdadero "río" de esta esencia misericordiosa, purificadora y liberadora, dentro de la cual se pueden sumergir las evoluciones de la Tierra entre encarnaciones, para lograr tanta purificación como sea posible. Este "río" ha sido sostenido por los Llamados constantes, rítmicos y sinfín de estos Ángeles en períodos definitivos durante las veinticuatro horas del día.

La belleza de este Río de Fuego Violeta es indescriptible; por tanto, Su apariencia no atemoriza a esas almas que han pasado por el cambio llamado "muerte", cuando se les invita a sumergirse y bañarse en Su sustancia. Este Fuego Violeta disuelve entonces mucho de las causas y núcleos de las aflicciones físicas de la pasada vida terrena de los individuos, especialmente las causadas por su reciente deceso.

Libro: Diario de el "Puente a la Libertad" Saint Germain, vol.1

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