Muchos individuos en todas las eras, aprendieron acerca de la obediencia de la Vida a las palabras “YO SOY”, y a propósito siguieron esas palabras con decretos imperfectos que la Vida procedió a manifestar. Luego, las masas, acostumbradas a seguir a algún líder, también comenzaron a utilizar las palabras “YO SOY” para manifestar la imperfección. Más tarde, los hombres olvidaron tanto a sus maestros como el poder contenido en estas palabras, cayendo subsecuentemente en un uso disoluto e incontrolado de las Palabras Creativas “YO SOY”. La Hermandad Espiritual [Entiéndase la “Jerarquía Espiritual”, descrita en el capítulo 10] tiene ahora la oportunidad de mostrarle a la humanidad cómo utilizar las palabras “YO SOY”, siempre seguidas de una afirmación positiva y constructiva. La dificultad está en el hecho de que el hombre tiende a convertir toda afirmación de poder en una mera repetición de palabras sin sentimiento ni pensamiento consciente. Así, la mayoría de las invocaciones, oraciones e intentos de resurrección y redención, no son tan eficaces como podrían serlo, si los estudiantes consideraran realmente la Verdad de que las palabras “YO SOY” hacen que la Vida obedezca instantáneamente, y que se convierta en aquello que el orador indica que desea manifestar. Esforcémonos ahora por utilizar las Palabras Creativas “YO SOY” únicamente de manera constructiva, y atestiguaremos entonces al Poder Resucitador de Perfección que fluirá a través de la energía vital del cuerpo estudiantil y de todas las evoluciones que usan la Tierra como un hogar planetario. No es cuestión de repetir los Decretos, sino del Poder de la energía que se pone en ellos.
Libro: Sendero de Luz
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