En el momento en que ves u oyes de condiciones destructivas, la energía – al tiempo que sale fluyendo – asume la imagen de la discordia que puedas estar registrando a través de tu atención. Esa energía está constantemente fluyendo a través de ti, y todo aquello que tus facultades registren es
fotografiado al instante sobre la energía al tiempo que ésta irradia desde ti. Es por eso que en el momento en que tu atención está enfocada sobre cosas destructivas, tu Energía Vital fluye hacia adelante y asume la imagen de esa destrucción, regresando entonces a ti porque toda la energía en el Universo fluye en un círculo. Puedes tomar una persona,
vendarle los ojos y liberarla en el desierto, dejándola deambular, y eventualmente regresará al punto de donde comenzó. Tu propia energía hace lo mismo.
Las condiciones discordantes del mundo exterior son cualidades. Si pones la atención sobre ellas, entonces tu Corriente de Vida las toca, toma la fotografía y regresa, construyendo eso en tu estructura cárnica.
Cuando apuntas tu atención a tu “Magna Presencia YO SOY” e invocas Su Perfección, entonces las Cualidades de Perfección en el Cuerpo Causal fluyen constantemente hacia adelante y tu captas su Perfección Permanente en la energía que fluye a través. Es por eso que a medida que construyes un momentum a punta de Decretos, en el reconocimiento de las Actividades Mayores de Vida, encontrarás que calificas la carne de tu cuerpo y la atmósfera a tu alrededor. Tú puedes cargar esto dentro de tu negocio, de tu hogar, de tus asuntos, de tu mundo, de tu país, y finalmente ofrecer Su Perfección de vuelta a tu Fuente.
La Maestría de la Vida ya es permanente en dos tercios de todos – el Cuerpo Electrónico y el Cuerpo Mental Superior. Esto nunca puede contaminarse con discordia. Cuando la atención se sostiene allí y se hace el Llamado pidiendo que la “Presencia YO SOY” sea la única Presencia Gobernante, Cualidad y Autoridad en la estructura de carne, la Presencia responderá; pero tiene que venir mediante el Llamado consciente del individuo por su propio libre albedrío y deseo de su interior.
Libro: Sendero de Luz
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