Vasta Opulencia



Dios es el Dador, el Receptor y el Regalo, y también es el Único Propietario de toda la inteligencia, sustancia, energía y opulencia que existe en el Universo.

Si los Hijos de Dios aprendieran a dar únicamente por el gozo de dar --- sea amor, dinero, servicio o lo que fuere---, abrirían la puerta a una opulencia tan vasta que ya no necesitarían nada en la expresión externa.

Lo realmente desafortunado de la humanidad ---que ha causado tal egoísmo desenfrenado y condenación mútua sin precedentes ---es la idea de reclamar para sí la propiedad de estas maravillosas Bendiciones de Dios; ya que no hay sino Un Amor actuando, Una Inteligencia, Poder y Sustancia; y eso es Dios en cada individuo. La advertencia que se debería colocar ante cada Estudiante e individuo sería cuidarse del deseo del ser externo de reclamar poder para sí. Si en toda acción de la personalidad se le diera todo el crédito a Dios, sería imposible evitar que transformaciones increíbles se dieran en aquél que así le da todo el crédito y poder a quien realmente le pertenece.

Raramente se ha alcanzado un entendimiento correcto de la oferta y la demanda. Positivamente hay una abundante y omnipresente oferta o suministro, pero la demanda por éste tiene que hacerse antes de que la Ley del Universo le permita entrar a la expresión y uso del individuo.

El individuo, al tener libre albedrío, tiene que formular la petición o demanda con plena determinación y conciencia; y es imposible que lo solicitado no se exprese ---no importa de qué se trate--- en tanto que el individuo mantenga su conciencia sostenida y sin flaquear.

La utilización con determinación sincera de la siguiente afirmación sencilla le traerá al individuo todo lo que posiblemente pueda usar: <<”YO SOY” la gran Opulencia de Dios hecha visible en mi uso ahora y continuamente>>.

Tomado del libro:Platicas del "YO SOY"


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vistas de página en total