Amados míos, el miedo es, —digamos—, una fuerza extraña. A menudo hemos dicho que si la gente tuviera tanta Fe en Dios, como tienen miedo de las apariencias humanas, este planeta Tierra hubiera sido auto-luminoso centurias atrás. EL MIEDO ES UN SENTIMIENTO, Y MULTIPLICA TODO AQUELLO SOBRE LO CUAL LA ATENCIÓN DE USTEDES REPOSA, MIENTRAS QUE TIENEN ESA CONCIENCIA TEMEROSA A SU ALREDEDOR. LA FE EN DIOS ES UN SENTIMIENTO Y MULTIPLICA TODA COSA BUENA SOBRE LA CUAL TENGAN PUESTA LA ATENCIÓN. Es lamentable que las entidades masivas que yacen en la conciencia etérica de los pueblos en esta Tierra tan rápidamente se una a cualquier tipo de calamidad, no sólo cuando está en acción sino hasta cuando está en un estado causativo en que la mente externa se hace consciente de la actividad.
Propongámonos aquéllos de Nosotros que estamos esforzándonos en trabajar con la Jerarquía Espiritual y con la Gran Hermandad Blanca, utilizar la Fe en Dios en vez de, en las apariencias humanas en cada instancia del diario vivir. Auto-verifíquense una y otra vez en cuanto a esta cualidad; no sientan auto-condenación ni auto-depreciación alguna, pero si el miedo está actuando, Amados Míos, MEDIANTE EL PODER DE TRANSMUTACIÓN, ESE TEMOR PUEDE CONVERTIRSE EN UNA TREMENDA FE EN EL BIEN. ¡ES SÓLO UN CASO DE CAMBIAR LA CUALIDAD DE ESA ENERGÍA!
Libro: Boletines Privados de Thomas Printz, vol.3
No hay comentarios:
Publicar un comentario