Ahora, tenemos que transmutar millones y millones de esas personalidades
enmascarantes en el curso de unos cortos años. Es, por tanto, que estamos tratando de enseñarles cómo entrar de nuevo bajo la autoridad de su propia Conciencia “YO SOY”, extraer la Vida Primigenia, obtener todas las instrucciones de su Presencia “YO SOY”, y transmutar los patrones de pensamiento y sentimiento de sus almas con todos sus retumbos y tendencias etéricas. Es entonces, en la plena maestría y control de sus propias Vidas, que comenzarán ustedes a construir de nuevo como su Yo-Divino lo haría, hasta que haya no tres (personalidad, alma y Dios) sino SÓLO DIOS, y una vez más hayan sido re-establecidos como Conciencias “YO SOY”, maestros del pensamiento, sentimiento y acción; absolutamente impermeables a las impresiones de las personalidades de otros individuos. Son éstas las impresiones que, interiorizadas tan fácilmente por los sentidos y mantenidas en lo más íntimo, se exteriorizan en esas condiciones viciadas del Cuerpo Etérico que se manifiestan como enfermedades del alma, de la mente y de la carne.
Regresemos al tema de los “rezagados”, quienes son la causa de la condición en que se encuentra la Tierra actualmente. Las primeras Edades Doradas se mencionan como el tiempo del Jardín del Edén, cuando ninguna corriente de vida usaba la energía para crear vibraciones discordantes, y la Tierra era tan armoniosa como los Cielos. Durante estas primeras tres Edades Doradas, la gente de la Tierra completó sus catorce mil años en la Tierra sin jamás conocer la discordia.
Cuando las almas (que llamamos “rezagados”) llegaron a la Tierra provenientes de otros planetas y sistemas, ¿qué eran? Eran conciencias tanto como lo son ustedes mismos, con la misma capacidad de pensar y sentir tanto el bien como el mal.
Libro: LOs Maestros Ascendidos escriben el libro de la vida
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