Audiencia ante el Tribunal

 


La gente quiere el fruto y la cosecha espiritual sin trabajar por ellos. Ustedes podrán también entender esto para que no se desilusionen, ya que cuando la humanidad llega al extremo de su cuerda; cuando el individuo agota todos los tipos de felicidad que la Tierra puede ofrecer y está en la desesperanza, entonces viene el llamado: “¡Oh, Miguel, ayúdame!” y Yo, Miguel, los sigo hasta algún punto astral sórdido y ejecuto el proceso de purificación – a todos los hago resplandecer de nuevo, poniéndolos en una cama en el Reino de los Durmientes si ellos están agotados, y obteniendo un Ángel para ungir sus cuerpos con el Aceite Sagrado – pidiéndole al Ángel que los despierte cuando su tiempo se acabe. Luego vengo, llevo el alma ante los Señores del Karma y le suplico a esos Grandes Seres, diciendo: “Mis Señores, Me siento seguro que este bendito ser va a hacerlo mucho mejor en el futuro”. Luego, materialmente llevo a estos mismos individuos a los Templos de la Ascensión y les digo a ellos: ”Si entran aquí y aprenden, ¡podrán hacer su vida mucho más fácil!” De allí, pongo un cordón de Ángeles alrededor de ese Templo para velar porque permanezcan allí – al menos un ratito – y cuando ya no pueden soportar Su Radiación por más tiempo, se les permite regresar a la acción vibratoria más confortable de un ámbito inferior en la cual su conciencia funcione naturalmente. Les digo esto porque no quiero que sientan que Soy un EXPULSADOR. Soy justamente lo opuesto. Estoy tratando CONSCIENTEMENTE, CONSTANTEMENTE y SIEMPRE,

de ser los Brazos Eternos de Dios Todopoderoso para con ustedes y para con toda esta raza prolífica de millardos de intranquilos.

Recuerden que ustedes sólo tienen a los seres humanos con quienes contender. Nosotros tenemos a todos aquellos que han desencarnado y, además de eso, Yo tengo a todos SUS amigos y familiares a quienes valientemente Me ofrecí a ayudar en los Ámbitos de Luz. Sin embargo, les doy gracias por la asociación que ha hecho posible esta oportunidad para Mí. Les digo – ha sido iluminadora e interesante en extremo, pero pienso que estos individuos están ahora llegando a tomarle mejor el gusto a Uno. Comprendan que entro serenamente a sus mundos y trato de no expresar demasiada “fiereza”. Algunas veces les escucho decir: “¡Oh, aquí viene de nuevo Miguel!” al tiempo que voy subiendo por el sendero hacia sus pequeños hogares para tratar de persuadirlos de ir a los Templos de la Ascensión. Los escucho muy claramente decirse unos a otros: “¡Mira quien está aquí¡” De seguro, no pongo ninguna atención a eso. Sonrío, ellos sonríen y todos nos vamos a las lecciones.

¡Pero, oh, Benditos Corazones, eso requiere de mucha PACIENCIA! La próxima vez que regreso, encuentro que ellos no están muy ansiosos de ir al Templo de la Ascensión. Piensan que “Yo soy muy agradable” y ellos están “agradecidos por Mi asistencia”, pero que “preferirían esperar por Jesucristo”. De manera que de nuevo tengo que decir: “Miren, si quieren encontrarse con el Amado Jesús, lo mejor que pueden hacer es ir al Templo de la Ascensión porque Jesús ha ganado la Ascensión, y si quieren ser como Él, deben aprender cómo ganar su Ascensión también”. Ellos refunfuñan un poquito por esto, pero finalmente nos marchamos de nuevo al Templo de la Ascensión. Esto ocurre todo el tiempo. Esa es la razón por la cual He incrementado Mi Servicio a veintidós horas. ¡Ustedes piensan fuera de aquí que si dedican unas pocas horas algunas veces a la semana, a prestar un servicio, son nobles! ¡Deberían verme! Me dije a Mí Mismo la semana pasada: ¡Pienso que tengo que hacer una nueva Espada! Realmente está casi plana ahora, en vez de estar resplandeciendo. La miré y dije: “Miguel, es el momento que hagas algo por esa Espada!” Así que cuando Me vean después, espero no tener que persuadirlos; que estarán dispuestos a escalar esos cuarenta y nueve escalones.


El Libro del Arcángel Miguel

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