Queridos y benditos hijos del Dios Único, ustedes que han penetrado los recesos más profundos de sus almas hasta un punto en que desean en su interior hacer la Voluntad de Dios. Han invocado a la Hueste Celestial, aún a Mí mismo, a su presencia, ya que no hay hombre (ni aún Dios mismo en toda la misericordia de Su Luz) que pudiera decir “di que no al hombre, cuando el hombre escoge utilizar la vida de acuerdo al designio y patrón de su propia escogencia.
REGALO DIVINO
Uno de los regalos iniciales de la Deidad dados a ustedes, a cada corriente de vida creada primero fresca y hermosa desde el corazón del Universal, fue el libre albedrío. Ese libre albedrío ha sido el regalo para los individuos que permanecieron en el Sendero de Luz, así como para aquellos que se tejieron para sí mismos las sombras y el sendero de la oscuridad.
El libre albedrío para los Ángeles y Arcángeles, los Serafines y los Querubines, fue siempre utilizado en una obediencia constante y gozosa al Edicto Divino, el Patrón Divino y el Plan Divino. Este libre albedrío ha sido la causa de que muchos y muchos que han pertenecido a las varias Razas-Raíces, no hayan llegado nunca siquiera a desear encarnar sobre esta Tierra o sobre ningún otro planeta del sistema.
LIBRE EXPERIMENTACIÓN
El libre albedrío ha sido escogido a través de otras corrientes de vida para experimentar con pensamientos y sentimientos, para atraer mediante el pensamiento y el sentimiento aquellas formas que finalmente encasillaron a la corriente de vida en las condiciones en las cuales han sido acorralados por muchas, muchas edades y que ¡no estaban siquiera en condiciones de regresar a la encarnación física!
Cuando llegamos a la discusión de la remoción del uso destructivo del libre albedrío de la humanidad, tocamos una parte de la Ley Cósmica que requiere una gran cantidad de examen y entendimiento: la parte de aquellos que, osadamente y con toda la bondad y la sabiduría del caso, escogieron retirar el uso destructivo del libre albedrío de la humanidad de la Tierra, de los Ángeles aprisionados, de la vida elemental, de los desencarnados, de los dormidos y de los que están en laEmpalizada.
LIBERTAD PRIMIGENIA
Amados Míos, una parte integral de su ser individualizado (cuando fuisteis exhalados por primera vez de la Primera Causa Universal) fue la libertad para usar la vida, vida dada a ustedes por el Padre, quien creó la fuente inmortal de esencia flameante en su corazón; vida a través de ustedes destinada a diseñar una parte del Reino de Dios, descargando dentro de su mente desde la Gran Fuente Universal aquellas ideas que podrán bendecir a todos los miembros de la raza, vistiéndolos con el ropaje de su propio pensamiento; alimentándolos con sus sentimientos; y, más aún, bajándolos dentro de la esfera y ámbito en el cual morarán hasta que se conviertan en una bendición y beneficio para la Vida toda.
Su razón original de ser, la razón para la creación de su individualización en primer lugar, era que fueran co-creadores con la Deidad; que pudieran compartir con el Padre y con la Madre de este sistema el gozo de expandir la belleza; que pudieran, a través de la iniciativa y del amor a la belleza y a todas sus expresiones manifiestas, desear multiplicar la perfección omnipotente del Todopoderoso, y exteriorizarla mediante sus propias auras hasta que llenaran y se expandieran a través del universo en el cual ustedes ahora residen.
Sin embargo, habiendo recibido la libertad de usar la vida, habiendo tomado esa Llama Triple Inmortal, habiendo aceptado los centros de pensamiento y sentimiento como propios, algunos de los humanos --- de repente --- con el uso del libre albedrío decidieron que ya no iban a aceptar directrices de su propia Presencia “YO SOY” sino que, en vez, iban a ¡experimentar con los pensamientos y sentimientos! Al hacer eso crearon imágenes imperfectas, las energizaron con sentimientos y, entonces por su propio peso, dichas creaciones fueron catapultadas dentro de los mundos etérico y físico, dando inicio a las sombras y limitaciones.
Libro: Los Maestros Ascendidos escriben el libro de la vida
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